El reloj de cuco pertenece a la Selva Negra, como el famoso jamón y el sombrero Bollen. Casi nadie viaja a la región sin llevarse de recuerdo en el equipaje uno de estos relojes tan especiales. En sentido estricto, el reloj de cuco no es un invento de la Selva Negra. Sin embargo, fue aquí donde se le dio la forma que hoy conocemos y alcanzó así fama mundial.

 La producción de relojes ya tenía tradición en la Selva Negra mucho antes de la introducción del reloj de cuco. A partir de mediados del siglo XVII, la industria relojera surgió y creció en la región. En esa época, ya hay constancia de que el príncipe elector Augusto de Sajonia, por ejemplo, poseía un reloj de cuco ya en 1629. A partir de mediados del siglo XVIII, también se construyeron relojes de cuco en la región relojera de la Selva Negra. El nombre de Franz Ketterer de Schönwald está inseparablemente ligado a este desarrollo. 

Fue uno de los primeros en fabricar relojes de cuco en la Selva Negra. Aún hoy, un monumento en el pueblo conmemora al famoso hijo de la ciudad. En aquella época, sin embargo, el canto del cuco era la única característica significativa de estos relojes. A mediados del siglo XIX, un concurso dio a los relojes de cuco su forma distintiva. El arquitecto Friedrich Eisenlohr ganó el concurso con el diseño de una casa ferroviaria. La forma típica de la casa se fue desarrollando y rediseñando a lo largo de los años, se añadieron elaboradas tallas o diversas figuras. 

Así se desarrollaron, entre otros, la variante del reloj tallado y el reloj de estilo chalet, las formas más conocidas del reloj de cuco en la actualidad. La invención del reloj de cuco es, por tanto, un desarrollo que tuvo lugar a lo largo de dos siglos y que se produjo gracias a varias influencias. Hoy en día, los relojes de cuco originales están inseparablemente ligados a la región de la Selva Negra. Por eso, al comprar un reloj de cuco, es importante asegurarse de que estén marcados con el certificado de autenticidad VDS. Esto garantiza que no se trata de un plagio de calidad inferior, sino de un producto de calidad que disfrutará durante mucho tiempo.